miércoles, 30 de enero de 2019

Títeres de la Magia

Hay historias que no sabemos cuánto necesitamos hasta que las leemos y nos cautivan el corazón. Esta es una de ellas.

Títeres de la Magia es la segunda novela ambientada en el mundo de Marabilia, creado por las autoras españolas Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Esta saga se inicia con Sueños de Piedra, y consiste en una serie de libros independientes ambientados en el continente de Marabilia, en el que encontraremos sirenas y dragones, pero también héroes donde los cuentos nunca nos dejaron tenerlos. Está publicada en 2016 bajo el sello de Literatura Mágica de Nocturna y cuenta con 520 maravillosas páginas y unas preciosas ilustraciones de Lehanan Aida.
Nota: A pesar de ser libros independientes, para entender mejor la historia es recomendable que hayáis leído Sueños de Piedra antes de lanzaros a Títeres de la Magia.

La sinopsis del libro es la siguiente:
«Los nigromantes de la Torre de Idyll no son como dicen los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, sólo se estudia entre libros y hechizos.
Clarence, que siempre ha vivido ahí, adora esa calma.
Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella.
Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aun si el precio a cambio es uno mismo».

Escrita en primera persona alterna, esta obra es otra genialidad de la fantasía juvenil. Se trata de una historia diferente a los cuentos a los que estamos acostumbrados, una historia en la que el protagonista de la aventura no es un héroe que precisa la ayuda de un hechicero, pues el héroe es el hechicero. Y ese es el primer mensaje de la obra: todos podemos ser héroes, no es un puesto que pertenezca sólo a un tipo de persona.
Aunque, en realidad, los dos protagonistas de esta historia no son hechiceros, sino nigromantes. Los nigromantes siempre han sido figuras oscuras y malvadas que sacrificaban vidas y resucitaban a los muertos. Pero no hay nada más lejos de la realidad, pues los nigromantes de Marabilia son seres humanos con sus problemas y sus preocupaciones, llenos de empatía y amor, pero marcados por unos estereotipos que hacen que la gente los mire con temor y respeto. Y ese es el segundo mensaje de esta historia: las apariencias engañan, y los estereotipos sólo están para ser destruidos.
Pero, a pesar de la importancia de los dos mensajes anteriores, el principal es otro completamente distinto. Y es que, aunque todos podamos ser héroes, no es nuestro deber serlo. No podemos cargar con todos los problemas del mundo, no podemos salvar a todo aquel que se cruce en nuestro camino, y menos aún si es a costa de nosotros mismos.

Yo también he pasado por esa fase, la de creer que debo hacerme cargo de todo y de todos, la de destrozarme a mí misma para conseguir salvar a los demás. Ha sido duro salir de ahí, aún lo es, y también ha sido duro identificarme tanto con un personaje. Pero, como he dicho al principio de esta reseña, hay historias que no sabes cuánto necesitas hasta que las lees, y yo no sabía cuánto necesitaba a Clarence hasta que nos hemos encontrado.

Leed. No sabéis qué mundos os podéis encontrar entre las páginas de los libros. No sabéis qué historias nuevas podréis vivir. Pero tampoco sabéis cuánto podéis aprender de vosotros mismos en el proceso.