domingo, 5 de mayo de 2019

Infinitas

Hay obras que pretenden jugar con el horizonte de expectativas, y hay otras que sin pretenderlo rompen con ese horizonte de expectativas. Y no quiero decir que esa ruptura del horizonte de expectativas sea siempre a mejor.

Infinitas es la novedad del año. En palabras de mi librera: "Acaba de salir hoy y todo el mundo lo está buscando". Y así era.
Publicada por Roca, una de las editoriales más grandes de España, Infinitas, a pesar de ser la primera obra de Haizea M. Zubieta, era una apuesta segura. Y así se creó el horizonte de expectativas.
En su favor tengo que decir que son 447 páginas entretenidas y absorbentes, así como un gran trabajo de visibilización.
Pero no me ha gustado, y a continuación argumentaré mi opinión.

Como siempre, empecemos por la sinopsis:
«Estados Unidos, año 2500. La humanidad es inmortal; hace siglos, el profesor Milton Roosevelt propagó por toda la Tierra el virus que condenó al sistema nervioso humano a regenerarse por siempre, incluso cuando el cuerpo falla y la voluntad de vivir se pierde.
Johanna Lowe, de dieciocho años, colabora con sus padres científicos para encontrar una forma de revertir este error. De devolver a la humanidad el regalo de la muerte. Volverá a casa del examen más importante de su vida, con el corazón lleno de esperanza y un viejo amigo encontrado, y sin saber que su padre ha hecho un descubrimiento que cambiará el mundo para siempre».

El planteamiento inicial de la novela es muy interesante: un mundo en el que la humanidad es inmortal, un mundo en el que es imposible morir. Pero esa inmortalidad no es un regalo, sino una condena, pues a los 200 años el cuerpo colapsa y el ser humano es condenado a vivir en una Decadencia eterna, un puñado de nervios condenados a sufrir eternamente.
Escrita en tercera persona, la pluma es impecable. La construcción del contexto, los fragmentos en los que uno se va adentrando en el mundo o en la vida de los personajes..., con una prosa a menudo casi poética.

Pero tiene mucho margen de mejora. Hay algunos elementos en la historia que no me han terminado de convencer, e intentaré expresarlos sin entrar en demasiados detalles para no estropearos la historia. También espero poder expresarlos con el mayor de los respetos.

  • En primer lugar, hay personajes que no me convencen, algunos por estar demasiado encasillados en un papel y otros por ser planos y convertirse en el reflejo del que tienen al lado. Entrando un poco en detalle, considero que Johanna y Laura funcionan como un único personaje, y aunque Johanna pueda funcionar en solitario, Laura no me termina de convencer.
  • En segundo lugar, hay situaciones que no me cuadran en el contexto mencionado. El comportamiento de ciertos personajes no me encaja en el contexto histórico que están viviendo, tan solo por el hecho de ser comportamientos demasiado actuales. Pongo por ejemplo ciertos juegos de bar o el famoso debate de la pizza con piña.
  • En tercer lugar, los cabos sueltos. Hay determinados temas que sólo tienen importancia en un momento concreto, se desvela un secreto y no se ahonda en él a pesar de dar la impresión de ser muy importante. Se plantean ideas que quedan así, como ideas, y no se terminan de desarrollar.
  • En último lugar, relacionado con el punto anterior, hay personajes que surgen sólo cuando la historia los necesita, con una importancia que parece estar regida por la necesidad del guión, personajes sin vida propia que funcionan como simples herramientas. Y en este apartado incluyo algunos elementos que dan la impresión de estar en el lugar y en el momento oportuno simplemente para llevar la historia hacia el final deseado.

En conclusión, son cuestiones que me dan la impresión de una historia construida en fragmentos, entre los que no parece haber demasiada correlación sobre lo que se quiere contar.

Pese a todo esto, ya he dicho que hablo de márgenes de mejora. Como ya he dicho, la historia es entretenida y te mantiene pegada a las páginas hasta que la terminas. La autora promete y seguro que se convertirá en una de las grandes voces de nuestra generación.