sábado, 30 de mayo de 2020

Luna 174

Aún no sé qué siento por este libro. Me ha dejado confusa, inquieta y con el corazón caliente, una mezcla de sentimientos que, aunque no sé catalogar, me parecen una genialidad. Creo que sí que sé qué es lo que siento por este libro: me ha parecido una genialidad.

Luna 174 es la primera novela de Clara Duarte, una apuesta de 2019 de La Galera, con 356 páginas que se acaban haciendo cortas. Una novela que acabas con más preguntas de las que empiezas y con la determinación de volver a leerla.
La sinopsis es la siguiente:
«Luna Hatton tiene veinte años y vive en un pueblucho de Australia. Su vida parece normal, incluso aburrida: trabaja en una cafetería, toca la batería en un grupo. No es nadie importante. Aun así, Luna tiene un secreto que la persigue desde que era pequeña: es capaz de ver el color del alma de las personas. Casi todas son grises. El gris es el color que cubre el mundo, y eso para ella siempre ha sido así. Sin embargo, Luna conoce a una chica del pueblo, alguien a quien se ha sentido atada desde que tiene memoria, y ella es la única que le hace pensar que quizás existen las almas blancas: Gaia Wheeler.
A pesar de que Luna nunca ha compartido su secreto con nadie, un día recibe una oferta de una empresa que parece saberlo todo sobre ella. A simple vista, son solo unos locos dispuestos a pagarle mucho dinero por algo que ella considera intuición.
Lo que Luna todavía desconoce es la gran amenaza que se cierne sobre la Tierra y el significado del número ciento setenta y cuatro».

La historia está contada por la propia Luna en primera persona, una narración en pasado que trata de poner en orden la historia de su vida. Y Luna, hasta que el número 174 empieza a querer tomar protagonismo, tiene una vida bastante normal: el orfanato, un grupo de amigos, un trabajo... Todo es normal salvo por una excepción: es capaz de ver el alma de las personas. Luna considera que es intuición, que es una forma que tiene su mente de saber si una persona es buena, mala o, simplemente, gris.
Pero, a pesar de la normalidad, todos los aspectos de su vida orbitan alrededor a una persona: Gaia Wheeler. Ella orbita alrededor de Gaia, como la Luna alrededor de la Tierra.

Y ese planteamiento va circulando con normalidad hasta que da cuatro vueltas de campana y giros de guion y te encuentras colgada sin saber muy bien qué hacer con todo lo que ha sucedido. Aunque la genialidad no sólo está en la historia que Clara está contando, sino en cómo la cuenta: el ritmo, la tensión..., todo se acelera y empieza a golpearte al mismo tiempo que a Luna. Y eso no sería posible sin la guinda del pastel: el registro.
Es imposible meterse en la cabeza de un personaje si ese personaje no piensa como un ser humano. No puedes creerte una conversación si los personajes no hablan como lo harías tú. Y eso es lo que más me ha gustado de esta novela: que los personajes parecen personas. Los diálogos son fluidos, se interrumpen, se dejan frases a medias...; y la narración de Luna es natural y caótica.
Y, todo esto, con una prosa preciosa.

Es esa belleza y naturalidad lo que me hizo adentrarme en esta historia, y es el argumento lo que ha conseguido mantenerme obsesionada con ella, tratando de descubrir qué es lo que estaba sucediendo.
Lo que me hace querer releer de nuevo esta historia de amor de dimensiones cósmicas o, más bien, leer otra.
De la pluma de Clara Duarte, eso sí.

sábado, 23 de mayo de 2020

Momo

Esta es la otra cara del trabajo académico más importante para mí (hasta la fecha), un trabajo que, por la otra cara, tenía a Roald Dahl y a Matilda. Está siendo el trabajo más complicado y más bonito que he hecho nunca, una investigación que, aunque agotadora, me parece fascinante.

Conocido por La historia interminable, Michael Ende también es el autor de Momo. El escritor alemán creó esta grandísima obra en 1973, con la que ganó el premio Deutscher Jugendbuchpreis en 1974, un premio alemán a obras destacadas de literatura infantil. Se convirtió en una novela tan importante que, en España, la traducción de Susana Constante forma parte de Alfaguara Clásicos.
Pero, como ya os esperabais, Momo no es una obra de literatura infantil. Momo forma parte de la truculenta historia de la literatura juvenil. Pero todo eso forma parte de una investigación sin terminar de la que, si tenéis paciencia, algún día os hablaré.

No es una obra larga ni corta, sus 255 páginas son suficientes y necesarias. Con ilustraciones hechas por el propio Ende, el título completo de la historia es Momo o la extraña historia de los ladrones del tiempo y de la niña que devolvió el tiempo a los hombres.
Como mi tomo es antiguo y carece de sinopsis más allá de esta frase, me fui a la página de la editorial en su búsqueda, pero además de tener un error, no me parece una sinopsis digna de una obra así. Por tanto, esta vez seré yo quien os cuente de qué va la obra.

Momo es la historia de una niña, una niña que se hace llamar Momo, pues nadie sabe bien de dónde ha salido. Vive en las ruinas de un viejo anfiteatro y tiene un montón de amigos gracias a su don: saber escuchar. Y es que todo aquel que le cuenta sus problemas a Momo, encuentra una solución o, al menos, el bienestar.
Pero, un día, unos seres extraños empiezan a apoderarse del tiempo de los hombres. Parecen hombres, pero no lo son: son grises como la ceniza, su misma voz lo es. Todo el que se cruza con ellos, acaba olvidando su experiencia y cae en sus redes. Pero Momo no. La niña, con su forma de vida y su habilidad, es la única que se acuerda de ellos cuando todo el mundo ha sucumbido ante su amenaza.
Y tendrá que viajar más allá del tiempo para salvar a sus amigos y devolverle el tiempo a los hombres.

Momo es una obra con una prosa preciosa. La narración es delicada y suave, llena de juegos y belleza. Es una alegoría casi poética de una civilización que ha perdido lo más importante: el tiempo y, con él, las ganas de vivir. Porque la necesidad de "ser alguien" nos hace sacrificar un tiempo muy valioso, un tiempo que, aunque logremos nuestros objetivos, nunca recuperaremos.

Es el carpe diem, la necesidad de vivir el momento. De recuperar las ganas de jugar, disfrutar y divertirnos.
De recuperar al niño que un día fuimos.

La costumbre de catalogar como literatura infantil libros protagonizados por niños hace que obras como esta pasen desapercibidas por los adultos. Pero cometemos un error: ni la literatura infantil es solo para niños, ni todas las obras protagonizadas por niños son estrictamente infantiles: el error cometido al clasificar obras como El Principito o El niño con el pijama de rayas lo demuestran.
La literatura juvenil es mucho más que obras dirigidas a jóvenes. Me faltan muchos años de investigación para dar una respuesta clara a la pregunta "¿Qué es la literatura juvenil?", pero de momento sí que puedo deciros que hay obras juveniles que están dirigidas a un público adulto. Momo es una de esas obras: un niño puede disfrutarla, un joven apreciará la belleza y un adulto aprenderá algo que no sabía que necesitaba aprender.

Pero estas son las reflexiones de alguien que está intentando sacar algo en claro de un trabajo, así que no hace falta que me toméis muy en serio. Ni siquiera yo sé muy bien lo que quería deciros, tan solo divago. Y os dejo mis divagaciones por si alguna vez tienen sentido.

Unas últimas palabras:


No olvidéis al niño que un día fuisteis, lo necesitáis para enfrentaros a vuestro yo futuro.

sábado, 16 de mayo de 2020

El Ocaso del Mundo I: Extinción

Creo que he encontrado a mi alma gemela en forma de editorial. Tienen un catálogo pequeño de momento, poco más de un año en activo, pero ya se ha ganado mi apoyo incondicional. Por las historias que publican, por el cariño de sus ediciones, por la forma de las preventas...
Ediciones Freya tiene un futuro muy interesante, y yo quiero estar ahí para verlo.

La historia que os traigo hoy es el principio de otra bilogía: El Ocaso del Mundo, de Judit Da Silva. Esta primera parte se llama Extinción, y además de encantarme y tenerme enganchada durante sus 280 páginas, me ha hecho reflexionar sobre literatura y géneros literarios. (Ya hablaré de esto más adelante en otra entrada).

Publicada en 2020 con una portada impresionante de Cecilia G. F. (@ThanatosOfNicte), la sinopsis es la siguiente:
«Atrapados por unos muros que ellos mismos construyeron, el remanente de la humanidad ya no es capaz de luchar contra quienes los apresaron: los vampiros.
A pesar de que toda esperanza parece perdida, y de que no ha conocido otro modo de vida, Hugh no está dispuesto a morir encerrado en una cárcel. Sabe que su rebeldía puede significar su fin, pero la determinación que corre por sus venas lo lleva a huir y a enfrentarse a los restos del mundo que un día perteneció a los humanos.
Mirella, una joven mordedora del nido de Cárcel, está harta de ver cómo, tras la Gran Conquista, han pasado de ser criaturas temidas e idolatradas a partes iguales, a simples monstruos movidos por un instinto demasiado primario.

¿Será cierto lo que los vampiros sugieren, que la humanidad más allá del cautiverio está extinta?».

La historia que nos trae Judit es una distopía hibridada con la fantasía, que parte del supuesto fantástico de que los vampiros existen, se han estado ocultando durante milenios y han acabado apresando a los humanos para criarlos en cautividad. Pero, tras 25 años desde la guerra, Mirella no tiene muy claro que le guste su nueva realidad, y Hugh, nacido dentro de los muros, no se cree que los humanos "salvajes" estén extintos. Y así es como ambos personajes se acaban embarcando juntos en un viaje sin destino y en una inesperada amistad.

Una de las cosas que más me han gustado de la novela son los personajes. Narrados en tercera persona, va cambiando la focalización de uno a otro para mostrar su perspectiva del mundo, sus pensamientos y sus sentimientos. La relación que se va formando entre Hugh y Mirella es muy bonita, y el cuidado que pone la autora en la descripción del mundo es muy agradecido.
Las historias tienden a relacionarse con elementos conocidos para facilitar la comprensión del lector, pero Hugh, al haber nacido en cautividad, desconoce la existencia de la mayor parte de esos elementos y necesita que alguien se los explique. Esta una de las características que más me han gustado de la novela: el cuidado y el respeto al mundo y a los personajes construidos.

La premisa de esta obra me parece muy interesante, y el desarrollo de la primera novela me ha impresionado y enganchado a partes iguales. Necesito saber cómo continúa, así que me quedaré aquí, sentadita en mi silla, intentando no morderme las uñas esperando a la segunda parte.
Deseadme suerte.

sábado, 2 de mayo de 2020

Reinos de Cristal

Pensaba que eran exageraciones, pero este libro me ha partido el corazón por cinco sitios distintos. Las esquirlas de la cubierta, directas al corazón.

Reinos de Cristal es la quinta entrega y la conclusión de la saga Marabilia, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Situada diez años después del final del primer libro de la saga (en concreto, el libro comienza con las palabras finales del epílogo), la novela, publicada en 2019 por Nocturna, recupera personajes y tramas de los cuatro libros anteriores. Por tanto, aunque Marabilia se componga de historias independientes, Reinos de Cristal pierde mucho sentido sin conocer las historias narradas en Sueños de Piedra (2015), Títeres de la Magia (2016), Ladrones de Libertad (2017) y Jaulas de Seda (2018).

Son 685 páginas cargadas de sentimiento las que ponen fin a esta exitosa saga. La sinopsis, que puede contener spoilers de los libros anteriores, es la siguiente:

«Bienvenida a casa, mi reina.
Con esas palabras, el rey Arthmael de Silfos recibe a su prometida, a la que ha esperado durante diez años en los que han mantenido una relación secreta.
Ahora, la noticia de su próximo enlace corre como la pólvora por Marabilia, un continente que en los últimos tiempos ha asistido a un progreso tras otro: la magia ya no es imprescindible, las piratas son princesas y las mujeres pueden reinar solas.
Pero ¿y si en un mundo que no deja de avanzar... hay un límite capaz de romperlo todo?».

No sé cómo me siento.

No me gusta hacer reseñas de conclusiones de sagas porque es muy complicado no desvelar nada importante de las tramas de los libros anteriores al intentar hablar del último libro.
Como ya he dicho, esta historia rescata personajes de todas las historias anteriores, además de incluir algunos nuevos. De esta forma, terminamos de conocer todos los reinos de Marabilia, con sus rincones secretos y sus dirigentes. Las intrigas políticas se vuelven más relevantes a medida que avanza la historia en los libros, y quizá ni nosotros ni los personajes seamos conscientes hasta este momento de lo importante que es la política en Marabilia.

No quiero hablar más, como he dicho, es complicado profundizar sin explicar nada relevante. Tan sólo diré que, a pesar del dolor, de las esquirlas de cristal en el pecho, es un buen final.
El final que, después de todo, Marabilia se merece.

Toda esta saga ha sido un viaje, un viaje de descubrimiento y de autodescubrimiento. Es increíble cómo, a través de una historia de magia y fantasía, en un continente de leyenda, puedes encontrarte a ti mismo. En personajes, en tramas, en pensamientos plasmados en el papel.
Y cómo, a través de la ficción, se puede hablar tan bien del mundo en el que vivimos: de libertad, de feminismo, de política... Esa es la magia de la literatura.

Si Iria, Selene y Marabilia no están en los libros de Literatura en unos años, seré yo quien las coloque en ellos. Promesa.