sábado, 2 de mayo de 2020

Reinos de Cristal

Pensaba que eran exageraciones, pero este libro me ha partido el corazón por cinco sitios distintos. Las esquirlas de la cubierta, directas al corazón.

Reinos de Cristal es la quinta entrega y la conclusión de la saga Marabilia, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Situada diez años después del final del primer libro de la saga (en concreto, el libro comienza con las palabras finales del epílogo), la novela, publicada en 2019 por Nocturna, recupera personajes y tramas de los cuatro libros anteriores. Por tanto, aunque Marabilia se componga de historias independientes, Reinos de Cristal pierde mucho sentido sin conocer las historias narradas en Sueños de Piedra (2015), Títeres de la Magia (2016), Ladrones de Libertad (2017) y Jaulas de Seda (2018).

Son 685 páginas cargadas de sentimiento las que ponen fin a esta exitosa saga. La sinopsis, que puede contener spoilers de los libros anteriores, es la siguiente:

«Bienvenida a casa, mi reina.
Con esas palabras, el rey Arthmael de Silfos recibe a su prometida, a la que ha esperado durante diez años en los que han mantenido una relación secreta.
Ahora, la noticia de su próximo enlace corre como la pólvora por Marabilia, un continente que en los últimos tiempos ha asistido a un progreso tras otro: la magia ya no es imprescindible, las piratas son princesas y las mujeres pueden reinar solas.
Pero ¿y si en un mundo que no deja de avanzar... hay un límite capaz de romperlo todo?».

No sé cómo me siento.

No me gusta hacer reseñas de conclusiones de sagas porque es muy complicado no desvelar nada importante de las tramas de los libros anteriores al intentar hablar del último libro.
Como ya he dicho, esta historia rescata personajes de todas las historias anteriores, además de incluir algunos nuevos. De esta forma, terminamos de conocer todos los reinos de Marabilia, con sus rincones secretos y sus dirigentes. Las intrigas políticas se vuelven más relevantes a medida que avanza la historia en los libros, y quizá ni nosotros ni los personajes seamos conscientes hasta este momento de lo importante que es la política en Marabilia.

No quiero hablar más, como he dicho, es complicado profundizar sin explicar nada relevante. Tan sólo diré que, a pesar del dolor, de las esquirlas de cristal en el pecho, es un buen final.
El final que, después de todo, Marabilia se merece.

Toda esta saga ha sido un viaje, un viaje de descubrimiento y de autodescubrimiento. Es increíble cómo, a través de una historia de magia y fantasía, en un continente de leyenda, puedes encontrarte a ti mismo. En personajes, en tramas, en pensamientos plasmados en el papel.
Y cómo, a través de la ficción, se puede hablar tan bien del mundo en el que vivimos: de libertad, de feminismo, de política... Esa es la magia de la literatura.

Si Iria, Selene y Marabilia no están en los libros de Literatura en unos años, seré yo quien las coloque en ellos. Promesa.

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