martes, 16 de enero de 2018

Cosas que escribiste sobre el fuego

Hay libros que te rompen por dentro. No sólo por su argumento, sino por unos personajes a los que te sientes tan unido que te destroza lo que les pase y, sobre todo, que la historia se acabe. Esa es la magia de los libros, que puedes encontrar amigos en cualquiera de ellos, y que durarán para siempre. Aunque sean ficticios.

Cosas que escribiste sobre el fuego es la segunda novela de la autora española Clara Cortés, ganadora de la tercera edición del Premio Literario "La Caixa"/Plataforma con Al final de la calle 118. Ambas novelas están publicadas bajo el sello de la Plataforma Neo, el sello de literatura juvenil de la Plataforma Editorial. Creo que todavía no había reseñado nada de esta editorial, así que merece la pena que la vayáis conociendo. Porque es preciosa, empezando por su logo. Publicada en 2016, esta novela tiene 334 páginas y una edición preciosa. No sólo la portada, sino también el interior. Tiene un juego muy bonito de tipografías, unos dibujos preciosos y un par de capítulos en negro.

Esta es la sinopsis:
«Estar sonriendo y, dos segundos después, tener ganas de llorar. No sé cómo funciona. Ojalá lo supiera, porque así podría evitarlo, pero no. Es repentino e inesperado. No es por culpa de nadie, ni siquiera mía.
Ignasi y María estaban destinados a despedirse desde el principio.
Cuando María llega al instituto, todo el mundo conoce su historia: su madre se encuentra en coma en el hospital tras recibir una brutal paliza. Pero el pasado oscuro que acompaña a María no logra ensombrecer su paso y, en poco tiempo, se convierte en el centro de todos los círculos. Sus sonrisas y ocurrencias la hacen brillar entre la multitud. Ignasi lleva años en el mismo instituto y si algo lo define es su capacidad para pasar desapercibido. Nadie repara en él, salvo sus dos amigos de toda la vida. El silencio es su escondite y lo conoce muy bien. Por eso enseguida se da cuenta de que, tras las risas y cumplidos de María, hay alguien que calla un secreto.
Cuando los caminos de María e Ignasi se cruzan, sus vidas se complican. Y es que, si te une el silencio, el equilibrio se rompe cuando se empieza a oír la verdad...».

Ya te lo dice desde el principio: Ignasi y María estaban destinados a despedirse. Es para que lo tengas claro desde ya, no te vayas a hacer ilusiones. Y también quiero dejarte claro desde ya que vas a sufrir, así que ve comprando pañuelos.

La historia, narrada en primera persona por Ignasi, está elaborada en forma de historia autobiográfica, una forma que tiene el protagonista de poner en orden sus ideas tras la desaparición de María. A todo esto, siempre he tenido problemas con este tipo de narraciones, las de un personaje que te cuenta su historia desde una época futura a la de los acontecimientos, y recuerda casi con exactitud todos los diálogos. La memoria de estos personajes me intimida. Pero no es una crítica, son sólo mis movidas. Por este formato de cuaderno de recuerdos, la historia está un poco retorcida: va y viene en el tiempo, empieza a hablar de un tema, de una forma lineal, pero se va hacia delante y hacia atrás sin previo aviso. Esto hace que la lectura sea más natural, más realista. Es como funciona una mente. Cuando recuerdas una historia que te ha pasado, no tiendes a recordarla de una forma lineal (esto es lo que os decía antes, esas historias me ponen nerviosa) y, aunque te esfuerces por plasmarla tal y como sucedió, siempre acabará siendo caótica. Esa es la genialidad de esta historia.
Sobre el argumento no puedo contaros más allá de lo que dice la sinopsis, pero es que ésta ya os lo dice prácticamente todo. Nos presenta a los personajes principales, Ignasi y María, y también nos dice que la historia no va a acabar bien para ellos, que se van a acabar separando. Tampoco es que necesitéis saber nada más para adentraros en esta historia: unos personajes muy bien construidos con los que te vas a sentir unido desde el principio, una trama seductora que en la primera página ya te atrapa, y el corazón encogido desde el primer párrafo. ¡Ah! Y los primeros capítulos en la red, para abrir el apetito.

Y tened en cuenta que la persona que podrá ayudaros a escapar de vuestros fantasmas será la que vea el fuego y no sólo no huya, sino que os ayude a salir de él.

Si habéis leído el otro libro de Clara Cortés, Al final de la calle 118, acordaos de mí cuando lleguéis al final de Cosas que escribiste sobre el fuego. Es un guiño muy bonito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario