sábado, 14 de noviembre de 2020

El Circo de la Rosa

Hacía mucho tiempo que no leía un libro tan dulce, poético y bonito en general. No sólo por la historia contada, sino por cómo está narrada, dónde está ambientada y qué es lo que cuenta más allá de lo que ocurre, por decirlo de alguna manera.

El Circo de la Rosa
es la última novela de Betsy Cornwell, autora superventas del New York Times, pero desconocida hasta ahora en España. Del 2020, esta es la primera novela de la autora que llega a España, gracias a Kakao Books, con la traducción de María Gay Moreno y la preciosa portada de Carmen Ocaña Ordóñez.

Tiene 287 páginas y la siguiente sinopsis:
«Damas, caballeros y hadas... ¡La Rosa del Circo de la Rosa!
Nívea y Flama han nacido de la misma madre y todo lo que conocen es el circo. Nívea tiene el pelo blanco como la nieve, y Flama, rojo como el fuego.
En
El Circo de la Rosa, un retelling fascinante y poético del cuento Blancanieves y Rojaflor, dos hermanas adolescentes deben enfrentarse a extremistas religiosos en un mundo de inspiración steampunk para salvar a sus seres queridos y a la familia que las ha criado».


La historia está narrada de forma muy original por las dos hermanas, las protagonistas de la historia, pero con una clara particularidad: mientras Nívea narra en prosa de una forma a la que estamos bastante acostumbrados, Flama lo hace en verso. Es un elemento narrativo que distingue bien a ambas narradoras y que añade poeticidad y belleza al texto, porque, aunque Nívea narre en prosa, su lenguaje es también muy poético y cuidado.
Os mentiría si os negara que lo más me ha gustado de la novela es la narración, pero no es lo único. Como he adelantado, la historia narrada es, a pesar de lo que sucede con los extremistas religiosos, dulce y acogedora. A través de una historia muy original y unos personajes muy bien conseguidos, la autora nos habla de inclusión, de amor y de respeto. Y, sobre todo, del amor fraternal, del amor a la familia, y de la necesidad de aprender que no es la cercanía lo que nos une a nuestros seres queridos, sino el amor que sentimos por ellos y que ellos sienten por nosotros.

Que la familia no es solo aquella con la que convivimos, sino la que nosotros elegimos. Aunque no estemos allí, aunque estemos lejos, aunque nos distanciemos.
Y que no queremos menos a alguien por no pasar cada segundo de nuestra vida a su lado.

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